El objetivo de cualquier comercio es aumentar las ventas para conseguir un mayor retorno de la inversión. Además, los comercios buscan hacerlo con la máxima eficacia de producto.
Las etiquetas electrónicas ayudan a los comercios a vender más ya que colaboran en la comunicación entre el cliente y el negocio.
La principal razón es el ahorro de tiempo en el cambio de etiquetado, que libera a los empleados de una tarea rutinaria que no aporta ningún beneficio más allá del cambio de precios. Eso les permite invertir este tiempo extra en otras tareas como por ejemplo la atención personalizada al cliente, la limpieza del local, etc.
5 pasos para vender más con las etiquetas electrónicas
Más allá del ahorro de tiempo, las etiquetas electrónicas son responsables de 5 aspectos más que ayudan a vender más:
- Segmentación de precio. Ya hemos hablado en alguna ocasión de las estrategias de precios y la importancia de aplicar precios dinámicos a los productos. Esta estrategia de precios se puede establecer según la oferta y la demanda, la proximidad de la fecha de caducidad y otras muchas situaciones. La segmentación de precio, especialmente según la proximidad de la fecha de caducidad o el fin de temporada, puede ser muy efectiva. Además de evitar quedarnos con stock, atraeremos a clientes que basan su decisión de compra en el precio. De ese modo, ampliaremos nuestros clientes y venderemos más.
- Evita el food waste. El desperdicio de comida es un tema que ocupa gran parte de los debates sobre sostenibilidad a corto y medio plazo. Evitarlo es complicado ya que en gran medida se produce en las casas de los consumidores pero reducirlo está en nuestra mano. Gracias a las etiquetas electrónicas será más fácil identificar los productos que se aproximan a su fecha de consumo preferente y poder aplicar descuentos para propiciar su consumo. Así, además de evitar un problema medioambiental y vender más también lograremos no tener que deshacerlos de productos (stock) en el que hemos invertido sin recuperar la inversión.
- Mejora la comunicación con el cliente. Las etiquetas electrónicas permiten eliminar el paso de tener que localizar al personal de la tienda para asesorarse sobre aspectos básicos. Bien sea la información de la etiqueta como la que encontrará a través del código QR hará que los clientes tomen las primeras decisiones de manera autónoma y solo necesiten esperar a que un vendedor les ayude en fases más avanzadas del proceso de compra. Esto, además de optimizar el tiempo de los empleados, establece una relación de cercanía entre el cliente y el comercio.
- Da una mejor imagen. La estética es cada vez más importante y hasta el pequeño comercio hace uso de ella para diferenciarse. Los clientes, sea conscientemente o de manera inconsciente, se fijan en la estética de las tiendas. En muchas ocasiones, la elección entre competencia se basa entre otros factores en la estética. Dentro de la estética se incluye desde la decoración hasta la limpieza. Las etiquetas electrónicas dan una imagen de modernidad y elegancia al negocio, evitando las etiquetas caídas de los perfiles, los formatos desiguales, los tachones o la falta de precio.
- Mejora la confianza. El cliente apreciará la sinceridad y la información proporcionada y te situará como referencia en el sector. El hecho de indicar los productos que están a punto de caducar y aplicarles un descuento se valora muy positivamente ya que todavía no es una práctica extendida en España. Además, las etiquetas dan la oportunidad de incluir desde la procedencia hasta los ingredientes o códigos QR para poder acceder a más información.
Además de todos estos aspectos, la digitalización de una tienda física permite unificar datos con las plataformas de ecommerce y el ERP y sacar así conclusiones medibles para aplicar estrategias de marketing que sigan colaborando en el principal objetivo: vender más.