Una empresa, sea del tipo que sea, está compuesta de muchas partes y todas y cada una de ellas son importantes. Los jefes o dueños son quienes tienen el control del rumbo del negocio, toman decisiones y analizan los resultados. Sin embargo, los trabajadores son también una parte esencial y un buen ambiente de trabajo debe ser nuestro principal objetivo.
Los trabajadores, y principalmente en los negocios de cara al público, son los principales embajadores de nuestra marca porque interactúan con los clientes y son una parte esencial de la experiencia del cliente. Un trabajador poco implicado o descontento puede hacer que un cliente empeore su visión sobre su marca. Para que un negocio evolucione y mejore es importante que todos los que lo componen estén involucrados en este objetivo y exista un buen ambiente de trabajo.
La continua contratación de personal es, sin duda, una pérdida de dinero y tiempo. Los largos procesos de entrevistas y contrataciones, la formación y los procesos de despido suponen una inversión de tiempo y recursos. Además, el proceso de adaptación y la inseguridad que se crea en la empresa perjudica la formación de equipo y de sensación de pertenencia a la empresa.
Por eso es importante cuidar a nuestro equipo y favorecer la creación de buen ambiente de trabajo para mantener a los trabajadores contentos. ¿Cómo podemos conseguirlo? Aquí unas pocas recomendaciones:
- Establece responsabilidades claras a cada uno de los miembros del equipo. De este modo, todos los trabajadores sentirán que tienen un objetivo, el trabajo estará mejor planificado y repartido y será más fácil conseguir los objetivos.
- Fomenta la comunicación: una empresa debe ser un espacio de trabajo, pero no debemos olvidar la parte social. Para fomentar esto es importante crear espacios y situaciones que propicien la comunicación. Espacios de “descanso”, zonas de café, salidas lúdicas, etc.
- Reduce el estrés: el descanso es muy importante para poder cumplir objetivos. Está comprobado que la productividad de las personas aumenta cuando están más relajados. Por eso, debemos ser realistas con los objetivos y no sobrecargar a los empleados con trabajo. También está comprobado que el deporte es un gran aliado anti estrés por lo que propiciarlo y facilitarlo es muy beneficioso.
- Proporciona un salario justo: todas las personas trabajamos por dinero. Por mucho que nos guste nuestro trabajo, todos tenemos unos objetivos económicos necesarios para invertirlos en otros aspectos de nuestra vida tanto por obligaciones económicas o por placer. Por eso, aunque esto se mueve en un rango muy amplio y depende de cada empresa y situación, debemos ser honestos y proporcionar un salario adecuado al puesto y las funciones y capacidades de cada trabajador.
- Facilita la flexibilidad laboral: todos tenemos responsabilidades y vida fuera del ámbito laboral (familia, aficiones, estudios, etc.). Por eso, la capacidad de flexibilidad y de conciliación se valora mucho por parte de los empleados. Algunas posibilidades son ofrecer la opción del teletrabajo o el horario flexible para poder conciliar. Además, existen cada vez más empresas que están implantado la jornada laboral de cuatro días semanales con muy buenos resultados.
- Valora el esfuerzo: a todo el mundo le gusta que se le reconozca cuando hace algo bien o se esfuerza por conseguir algo, independientemente del resultado. Esto nos hace sentir valorados y reconocidos y nos motiva a seguir esforzándonos. Se puede valorar y agradecer con un reconocimiento personal, ante la empresa o también recompensarlo de forma económica (con incentivos) o con compensaciones de días libres.
- Escucha a los empleados: los empleados son quienes viven el día a día de la empresa y están en contacto con los clientes. Por eso, escucharlos y aceptar sus recomendaciones nos puede ayudar a ver mejoras que aplicar haciéndoles sentir más valorados. Además, el feedback debe ser constante tanto en sentido de jefe a empleados como viceversa y debemos conseguir que se considere una práctica normal. De este modo, se podrán implantar mejoras continuas y no se dependerá únicamente de los informes anuales.
- Aprende a delegar: una persona no puede encargarse de todos los aspectos de una empresa. Este suele ser un error de muchos jefes que los puede llevar al fracaso. Delegar es esencial, repartir las tareas entre los trabajadores. Esto puede parecer sencillo, pero no consiste solo en repartir tareas sino también en no tener que estar continuamente revisando los resultados o la implantación de todo. Si no logramos desconectar del proceso de monitorización y vigilancia solo conseguiremos tener doble carga de trabajo. Para conseguirlo con éxito debemos generar un ambiente de confianza (ya hemos hablado de lo importante de este punto) y formar a las personas para que sean capaces de trabajar de forma independiente y solo deban recurrir a los superiores en casos importantes.
- Colabora en su carrera profesional: los buenos profesionales siempre buscan crecer profesionalmente y seguir formándose. Por eso debemos ayudar a nuestros trabajadores mediante talleres, conferencias o cursos o animándolos a salir de su “zona de confort” con proyectos que les supongan una evolución y nuevas responsabilidades. De este modo, ellos aprenderán y se sentirán en evolución y esto beneficiará a la empresa con trabajadores actualizados y formados.
- Propicia la diversidad: un ambiente diverso propicia la formación de nuevas ideas y perspectivas: gente de diferentes culturas, orígenes, conocimientos y experiencia. La mezcla de gente de diferentes países, edades o campos de estudio pueden aportar un nuevo punto de vista a la forma de trabajar de la empresa e incluso puede servir para solucionar problemas de formas diferentes hasta encontrar las más efectivas y adecuadas a nuestra filosofía de empresa.
- Potencia la colaboración: la colaboración entre diferentes departamentos o empleados puede ser positiva para ambas partes y además ayudar a concienciar de la importancia de cada uno de los departamentos y a crear sentimiento de equipo.
- Mantén la jerarquía: en todos los puntos anteriores apoyamos la comunidad, el equipo, la buena relación y la comunicación, pero esto hay que combinarlo con una jerarquía bien marcada. Hay que saber encontrar el equilibrio entre una parte y la otra porque, ante todo, el jefe o el responsable es quien en caso de conflicto está al cargo.
Estas son solo algunas recomendaciones para crear un buen ambiente de trabajo, pero hay muchas más. ¿Nos cuentas la tuya? ¿Qué haces en tu empresa para crear un buen ambiente? Déjanoslo en comentarios, ¡te leemos!